
En el contexto de una economía digital en rápido desarrollo, la digitalización de las transacciones ya no es una opción, sino un requisito esencial para todas las personas y empresas. Especialmente en Vietnam, los procedimientos administrativos, los impuestos, las aduanas y la seguridad social se han trasladado casi por completo al entorno electrónico. En particular, las firmas digitales se han convertido en una herramienta indispensable, desempeñando un papel clave para garantizar la legalidad, la seguridad y la eficiencia de todas las transacciones en línea.
Uno de los mayores desafíos para los principiantes es encontrar una guía completa y confiable para comprender las firmas digitales y cómo usarlas. Este artículo está diseñado como una guía detallada que responde a todas las preguntas, desde conceptos básicos, contexto legal, proceso de registro, hasta riesgos potenciales y cómo elegir un proveedor confiable. Al ofrecer una perspectiva multidimensional, el artículo ayuda a individuos y empresas no solo a comprender el proceso simple, sino también a comprender la naturaleza de esta tecnología, lo que les permite tomar decisiones inteligentes, optimizar sus operaciones y garantizar la seguridad absoluta en todas las transacciones electrónicas.
Las firmas digitales ofrecen numerosas ventajas prácticas, ya que ayudan a reducir hasta un 70 % los costes en comparación con métodos tradicionales como la impresión, la entrega y el almacenamiento de documentos. Al mismo tiempo, permiten ahorrar tiempo, aumentar la seguridad y mejorar la eficiencia del trabajo. Ahora es posible realizar transacciones en cualquier momento y lugar, sin limitaciones de espacio ni tiempo.
Según la regulación oficial de la Cláusula 6, Artículo 3 del Decreto 130/2018/ND-CP, “una firma digital es una forma de firma electrónica creada mediante la transformación de un mensaje de datos utilizando un sistema criptográfico asimétrico, mediante el cual una persona que tiene el mensaje de datos original y la clave pública del firmante puede determinar con precisión: a) La transformación anterior se creó utilizando la clave secreta correcta correspondiente a la clave pública en el mismo par de claves; b) La integridad del contenido del mensaje de datos desde que se realizó la transformación anterior”.
En pocas palabras, una firma digital funciona como la firma manuscrita de una persona o un sello empresarial, y se utiliza para confirmar y garantizar los derechos y responsabilidades de las partes involucradas en transacciones en el entorno electrónico. Si las firmas manuscritas y los sellos se utilizan para documentos en papel, las firmas digitales se utilizan para documentos electrónicos como contratos, facturas y otras transacciones financieras. Las firmas digitales ayudan a solucionar el problema de la falsificación en las comunicaciones digitales, garantizan la integridad de los documentos y evitan cambios en el contenido después de la firma.
Uno de los puntos de confusión más comunes es la diferencia entre firmas digitales y firmas electrónicas. Aunque las firmas digitales se consideran un tipo de firma electrónica, no son exactamente lo mismo. Comprender esta diferencia es el primer paso para tomar la decisión correcta para transacciones importantes.
La diferencia más básica radica en la naturaleza y el mecanismo de seguridad. La firma electrónica es un concepto más amplio, que puede ser cualquier símbolo, imagen o proceso adjunto a un documento para demostrar el consentimiento del firmante. Un ejemplo típico es el uso de una imagen escaneada de una firma o la creación de una firma en línea mediante software gratuito como Word o Excel. Este tipo de firma no suele utilizar cifrado y puede falsificarse o editarse fácilmente.
En cambio, una firma digital es una "huella digital" electrónica cifrada que utiliza un sistema criptográfico asimétrico. Este mecanismo ayuda a verificar con precisión la identidad del firmante y a garantizar la integridad del documento. El proceso de verificación de la firma digital lo realizan autoridades de certificación o proveedores de servicios de confianza, lo que ayuda a minimizar el riesgo de divulgación de información o ataques. Gracias a su seguridad y características superiores, el coste de crear y usar una firma digital suele ser superior al de una firma electrónica. El uso de una firma electrónica simple (como un archivo escaneado) para transacciones legales importantes puede no ser reconocido o ser fácilmente falsificado. Por lo tanto, el uso de una firma digital es un requisito necesario para garantizar la seguridad y la legalidad de las transacciones en el entorno digital.
El principio de funcionamiento de las firmas digitales se basa en una sólida base tecnológica, denominada criptografía asimétrica, basada en el algoritmo RSA. Este sistema incluye un par de claves único, generado aleatoriamente y una sola vez:
Clave privada: Se utiliza para crear una firma digital. Esta clave debe estar cuidadosamente protegida y controlada únicamente por el firmante.
Clave Pública: Generada a partir de la clave secreta correspondiente, tiene la función de verificar, comprobar firmas digitales y autenticar usuarios.
El proceso de firma digital funciona así: cuando el firmante desea firmar un documento, el sistema utiliza una clave privada para generar una cadena de símbolos digitales, también conocida como "firma digital". Al enviar el documento, el destinatario utiliza la clave pública correspondiente para autenticar la firma y comprobar su integridad. Cualquier pequeño cambio en el documento después de la firma invalidará la firma, lo que permitirá detectar el cambio inmediatamente.
Es importante destacar que las firmas digitales garantizan la autenticidad (verificación de la identidad del firmante), la integridad (el contenido no ha sido alterado) y el no repudio (el firmante no puede negar haber firmado). Sin embargo, esta tecnología no garantiza la confidencialidad del contenido del documento, por lo que los usuarios deben utilizar otras medidas de seguridad si necesitan cifrar el contenido.
El valor legal de una firma digital es un factor fundamental que contribuye a su amplia aceptación en las transacciones. Según el artículo 8 del Decreto 130/2018/ND-CP, una firma digital tiene el mismo valor legal que la firma manuscrita de una persona y el sello de una agencia u organización en documentos impresos. En concreto, si la ley exige que un documento contenga firma o sello, dicho requisito se considera cumplido si el documento electrónico está firmado con una firma digital y dicha firma garantiza las condiciones de seguridad establecidas en el artículo 9 de este Decreto.
Para que una firma digital sea reconocida como válida, debe cumplir condiciones estrictas, entre ellas: ser creada durante el período de validez del certificado digital, ser verificable utilizando la clave pública del certificado y, en el momento de la firma, la clave privada debe estar bajo el control exclusivo del firmante.
La concesión de licencias a los proveedores de servicios de firma digital en Vietnam también está estrictamente controlada por el Ministerio de Información y Comunicaciones, basándose en condiciones financieras (garantizar un depósito mínimo de 5 mil millones de VND), recursos humanos (contar con un equipo de profesionales altamente cualificados) y condiciones técnicas (garantizar un sistema seguro y antiintrusión). Esta sólida base legal y técnica ha creado un ecosistema de confianza, que ayuda a los usuarios a sentirse completamente seguros al utilizar firmas digitales en transacciones importantes.
El mercado actual ofrece numerosos tipos de firmas digitales, clasificados según los métodos de almacenamiento y la tecnología empleada. Cada tipo tiene sus propias ventajas y desventajas, adaptándose a diferentes necesidades y escalas de uso.
Firma digital con token USB: este es el tipo de firma digital más tradicional y popular, con la clave secreta almacenada en un dispositivo de hardware compacto similar a una memoria USB.
Ventajas: Fácil de usar, precio razonable, adecuado para particulares y pequeñas y medianas empresas.
Desventajas: Requiere que el USB esté conectado a la computadora para firmar, no es flexible cuando se necesita firmar de forma remota o en dispositivos móviles.
Firma digital HSM (Hardware Security Module): la clave secreta se almacena y opera en un dispositivo de hardware dedicado integrado en el servidor.
Ventajas: Capacidad de firmar digitalmente de forma masiva a una velocidad extremadamente alta (hasta 1200 veces/segundo), seguridad absoluta y almacenamiento centralizado en el sistema.
Desventajas: El costo de inversión inicial es muy alto, sólo apto para grandes empresas, bancos u organizaciones que necesiten firmar digitalmente en grandes volúmenes.
Firma remota/en la nube: Esta es la tecnología más avanzada que permite a los usuarios firmar digitalmente sin necesidad de dispositivos físicos. La clave secreta se almacena en el servidor del proveedor de servicios y los usuarios firman a través de aplicaciones web o móviles mediante códigos OTP o datos biométricos.
Ventajas: Firme en cualquier momento, en cualquier lugar, en cualquier dispositivo, independientemente de la computadora o el token USB.
Desventajas: Depende de la conexión a Internet y de la estabilidad del sistema del proveedor.
Firma digital de SmartCard: la clave secreta está integrada en una tarjeta SIM especial del teléfono.
Ventajas: Compacto, cómodo y se puede firmar en dispositivos móviles.
Desventajas: Debe utilizar la tarjeta SIM del proveedor de servicios, no puede firmar digitalmente en el extranjero o en lugares con señal débil.
Para obtener una descripción general y hacer la elección correcta, la siguiente tabla compara los tipos de firma digital según criterios importantes: